viernes, 10 de diciembre de 2010

Extranjero y habitante soy ante ustedes

Me pregunto si aquellos que tienen un comportamiento racista con los inmigrantes de los países limítrofes en Argentina, son los mismos que luego se indignan cuando nos mal tratan en Europa y en sus aeropuertos. ¿Eso se debe a que son mediocres, o a que son imbéciles?

Escuchar en la radio la frase “que se vayan a reclamar a su país” en la boca de un compatriota, me dio simultáneamente asco y tristeza. Me recuerda a algunos europeos que, desde su ignorancia, le dan la bienvenida calurosa a los inmigrantes ricos pero se quejan de los pobres; algo que además de infame, parte de la ignorancia estadística de que son los inmigrantes pobres quienes aportan recursos al estado.

Pero escuchar a un dirigente político de primer nivel del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que "La Ciudad de Buenos Aires no puede resolver los problemas de vivienda del conurbano y del Mercosur", me desespera, porque entiendo que representa el pensamiento de personas con las que convivimos, con la que compartimos nuestro hogar común. Incluso mucha gente que podríamos definir como buena gente.
Además, alguien debería sacar de su profunda ignorancia a Rodríguez Larreta y a Macri (el señor que se tragó el bigote), y contarles que Bolivia no integra el Mercosur.

Vivir en carne propia el racismo de los demás te sensibiliza más que a quienes no lo han padecido, puede ser, pero es que a mí me desespera que pueda haber gente tan necia, tan ignorante, tan estúpida.


Tanto hablan de institucionalidad y no respetan siquiera la letra de la constitución:
"...con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino...".
Preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina.


"Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública."
De la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial de las Naciones Unidas. La declaración formulada por la UNESCO sobre racismo y prejuicios raciales, contiene tres puntos fundamentales:
Todos los hombres que viven en nuestro tiempo pertenecen a la misma especie y descienden del mismo tronco;
La división de la especie humana en “razas” es convencional y no implica ninguna jerarquía en ningún orden;
En el estado actual de los conocimientos biológicos, no podemos atribuir las realizaciones culturales de los pueblos a diferencias de potencial genético: éstas se explican totalmente por su historia cultural. Basta invertir estos términos para obtener una radiografía del racismo.



Ilustra esta entrada “Madre inmigrante”, Nipono, California 1936, la fotografía emblemática de Dorothea Lange, “Fotógrafa del pueblo”.





No me llames extranjero,
por que haya nacido lejos,
o por que tenga otro nombre
la tierra de donde vengo.

No me llames extranjero,
por que fue distinto el seno
o por que acunó mi infancia
otro idioma de los cuentos.

No me llames extranjero
si en el amor de una madre,
tuvimos la misma luz
en el canto y en el beso,
con que nos sueñan iguales
las madres contra su pecho.

No me llames extranjero,
ni pienses de donde vengo,
mejor saber donde vamos,
adonde nos lleva el tiempo.

No me llames extranjero,
por que tu pan y tu fuego,
calman mi hambre y mi frío,
y me cobija tu techo.


No me llames extranjero,
tu trigo es como mi trigo,
tu mano como la mía,
tu fuego como mi fuego
y el hambre no avisa nunca,
vive cambiando de dueño.

Y me llamas extranjero
por que me trajo un camino,
por que nací en otro pueblo,
por que conozco otros mares
y un día zarpé de otro puerto,
si siempre quedan iguales
en el adiós los pañuelos
y las pupilas borrosas
de los que dejamos lejos.
Los amigos que nos nombran
y son iguales los rezos
y el amor de la que sueña
con el día del regreso.

No me llames extranjero,
traemos el mismo grito,
el mismo cansancio viejo
que viene arrastrando el hombre
desde el fondo de los tiempos,
cuando no existían fronteras,
antes que vinieran ellos,
los que dividen y matan,
los que roban, los que mienten
los que venden nuestros sueños,
ellos son los que inventaron
esta palabra, extranjero.

No me llames extranjero
que es una palabra triste,
que es una palabra helada
huele a olvido y a destierro.

No me llames extranjero
mira tu niño y el mío
como corren de la mano
hasta el final del sendero.

No los llames extranjeros
ellos no saben de idiomas
de límites ni banderas,
míralos se van al cielo
por una risa paloma
que los reúne en el vuelo.

No me llames extranjero
piensa en tu hermano y el mío,
el cuerpo lleno de balas
besando de muerte el suelo.
Ellos, no eran extranjeros,
se conocían de siempre
por la libertad eterna
e igual de libres murieron.

No me llames extranjero,
mírame bien a los ojos,
mucho más allá del odio,
del egoísmo y del miedo,
y verás que soy un hombre,
no puedo ser extranjero.


Rafael Amor



2 comentarios:

  1. Hola Estimado Rafa
    Tengo la hipótesis que vas a escuchar mucho, y muy seguido, esta cuestión xenófoba en CABA.
    Porque Macri es un facho, pero siempre ha tratado de esconderlo. Y ahora le pasa que las cosas no le van bien, que las encuestas no lo ayudan, y que está perdiendo votantes aceleradamente, no por cuestiones ideológicas, sino porque es un inútil. No le va quedando otra alternativa que la de diferenciarse, apelando al racismo xenófobo que en esta ciudad siempre da réditos; buscará -en mi opinión- covertirse en "el" defensor de los espacios públicos y la propiedad privada, frente a lo que él definió como un gobierno que importa la miseria limítrofe.
    Te mando un Abrazo

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  2. Querido Sujeto, me temo que tenés razón. Ya he tenido debates con amigos a los que les explota el racista que tienen dentro. Espero seguir siendo paciente, y con actitud didáctica seguir explicando por qué se comportan como los fachos europeos que tanto cuestionan. Sobre todo porque no saben qué y cuántos derechos tienen los inmigrantes en Europa, y que son muchísimos más de los que creen, incluso aquellos indocumentados que tan seguido salen en la prensa. Y evidentemente muchos más que los extranjeros en Argentina, básicamente porque como ya hemos dejado claro, un país con un 27% de recaudación en términos del PIB no puede dar mucha cobertura a nadie.

    Un abrazo hermano,

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