sábado, 15 de octubre de 2011

Ayudémonos a cantar esta canción de libertad

Lo valioso que tienen las redes sociales, desde mi humilde punto de vista, es poder cuestionarte lo que creés válido. Cuando alguien comenta algo, o publica algo que parecería cuestionártelo, lo sensato es investigarlo. Y, naturalmente, lo inteligente es aceptar la realidad cuando el resultado de esta investigación contradice tu información previa.
Lo extraño es que esto no sea más común, entendiendo por común lo habitual. Pero es que también resulta francamente difícil de entender, además de infinitamente aburrido, que la base de muchos, de la mayoría de esos cuestionamientos esté recurrentemente apoyada en información marginal, con escaso sustento y no suficientemente contrastada -estoy siendo generoso-.

Es cuando me doy cuenta, que la sensación que se apodera de mí, de sentir por momentos que la oposición (y los medios de incomunicación masiva que la motorizan) están comprados por oscuros agentes de los malignos hombres K, porque sólo así se entendería que parezcan estar deseando que CFK obtenga el 75% de los votos, es escasa. No sólo involucra a los dirigentes, muchísimos de esos dirigidos están absoluta y decididamente sintonizados con aquellos.

Nada, sólo decir que yo estoy tranquilo con lo que sé, y con lo que creo. Porque sé diferenciar con precisión aquello que sé, de lo que sólo creo.





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