domingo, 27 de noviembre de 2011

Tú que estás ahí arriba entre las altas instancias

Cuando le dijeron al venerable Count Basie que un tema suyo (“Rock-a-Bye Basie”) venía de un riff de Dizzy Gillespie titulado “Dizzy Crawl”, Basie contestó: “Pues así será, porque Dizzy no va por ahí atribuyéndose lo que no es de él. En mi opinión, el 70 por ciento del jazz actual es obra suya, así que es más que probable que ‘Rock-a-Bye Basie’ también sea de él”.

Pero hay un malentendido en la mitología del jazz que hace de Dizzy Gillespie un satélite de Charlie Parker: el partenaire del genio, el trompetista loco que necesitaba Parker para aventurarse más lejos, el dínamo payasesco e incansable que podía seguirle el tren como nadie y forzarlo a ir a fondo. Dicen los músicos que tocaron con los dos que Parker podía tocar pero no explicar lo que hacía (la famosa frase que le adjudicó Cortázar: “Esto lo estoy tocando mañana”); Dizzy, en cambio, no sólo te lo tocaba diez veces con su trompeta, sino que después se sentaba con tu instrumento y te mostraba cómo hacerlo: con Parker sólo se podía ser espectador, a lo sumo acompañante; Dizzy te hacía socio inmediato de sus hallazgos. Gillespie estaba obsesionado por la comunicación entre los músicos negros. Se pasó la vida repitiendo que en las plantaciones del Sur, cuando descubrían que dos esclavos hablaban en la misma lengua, vendían a uno de ellos. También les tenían prohibidos los tambores, porque eran un medio para comunicarse a la distancia. Cuando les arrebataron su lengua y sus tambores y los mandaron a la iglesia, a los negros sólo les quedó la voz y las palmas para expresar el ritmo que llevaban en la sangre. Por eso la música negra norteamericana había evolucionado monorrítmicamente. Y, cuando Dizzy y Parker inventaron el bebop, necesitaban expandir la base rítmica para llegar adonde se proponían.

Así entra Chano Pozo en esta historia. Es el año 1947 y Dizzy está armando una big band, convencido de que no alcanza un quinteto para tocar bebop a fondo. La banda está enteramente compuesta de músicos negros y Dizzy le suma un cubano recién llegado a Nueva York que toca la conga como un demonio pero no lee música y no habla una palabra de inglés. El resto de los músicos piensa que es una joda de Dizzy cuando éste les dice que se comuniquen “en africano” con Chano, como hace él. Chano era un negro malandra que venía de un barrio bravo de La Habana llamado El Africa. Con sus tambores incendiarios y sus sones en lengua abakuá se había convertido en el rey de las comparsas habaneras (su “Conga de los Dandys” era el himno del Carnaval), pero no lo dejaban grabar su música, por negro y por malandra, así que después de un oscuro episodio en que reclamó autoría por una conga y recibió un balazo que aún tenía alojado en la espalda, se fue a Nueva York y aterrizó como un meteorito en la big band de Dizzy.

Max Roach, uno de los legendarios bateristas de aquella banda, cuenta que la sección rítmica estaba enloqueciendo tratando de acoplar al nuevo integrante hasta que Chano llegó un día al ensayo y repartió tambores y cencerros a toda la banda y dio a cada músico un ritmo distinto y les mostró cómo podían entrelazarse, y los puso a hacer lo mismo con las voces, como si fueran instrumentos, y cuando llegó Dizzy le dijo que había compuesto un tema o dos. Eran “Manteca” y “Cubana Be, Cubana Bop”, que le volaron la cabeza al público cuando los estrenaron en el Carnegie Hall y serían los mayores éxitos de la carrera de Gillespie.

La big band de Dizzy partió a Europa. El trayecto, en barco, fue accidentado (hubo tormenta todo el viaje, los únicos que subían a desayunar era Chano y Dizzy, que se devoraban los diecisiete desayunos servidos) y el comienzo de gira también (el empresario sueco era tan poco confiable que Chano se echaba a dormir en la puerta de su habitación cada noche para que no se escapara con la recaudación), pero tuvieron aún más éxito que en Nueva York. Los suecos no querían dejarlos ir, los dinamarqueses y los belgas tampoco, los ingleses les rogaron que hicieran una parada en Londres y los franceses quedaron tan enloquecidos con Chano (el mismísimo Django Reinhardt estuvo en el concierto de la Salle Pleyel y dijo que nunca había oído algo igual) que le ofrecieron una cátedra de percusión para convencerlo de que se quedara a vivir en París (Chano no quiso saber nada; el baterista Kenny Clarke aceptó el convite en su lugar). La repercusión fue tan grande que, al volver, les ofrecieron una gira por todo el sur norteamericano, coronada con una serie de conciertos en California. Pero Chano no llegó nunca a California. En mitad de la gira le robaron las congas, volvió a Nueva York a agenciarse otras (y un poco de heroína) y, en la noche del 3 de diciembre de 1948, víspera de Santa Bárbara, fecha que en Cuba se tapizaban los altares de rojo y los tambores convocaban al guerrero Changó, Chano entró al Rio Lounge de Spanish Harlem, depositó una moneda en la victrola y se puso a danzar al explosivo ritmo de “Manteca” (su manera de honrar a Santa Bárbara y Changó), cuando un hombre apodado El Cabito Muñoz, a quien su participación en la guerra había dejado medio psicótico, le vació el cargador de su pistola en el pecho. Minutos antes, en la calle, Chano le había reclamado al Cabito, a su manera matona, quince dólares de heroína que le debía hacía meses. En la morgue, cuando le sacaron los zapatos al cadáver, encontraron en ellos heroína por valor de cien dólares y mil quinientos dólares más en billetes de cien, cobrados esa misma tarde por las regalías de “Manteca”.

Veinticinco años más tarde, Gillespie estaba en un programa de radio en su honor y pusieron el tema “Swing Low, Sweet Cadillac”. Dizzy se puso a elogiar las congas que sonaban y a explicar que ése era el sonido irrepetible del gran Chano Pozo, cuando el locutor comentó tímidamente que en la ficha del disco decía que era Dizzy quien tocaba las congas. Gillespie se quebró y entre sollozos dijo al aire: “Perdóname, perdóname, Chano, tú que estás ahí arriba entre las altas instancias”. Pero no lo dijo en inglés: lo dijo en africano, de manera que los únicos que supieron qué estaba diciendo Dizzy fueron los viejos miembros de la big band del ’47 que participaban del homenaje.


"Hablemos en africano", por Juan Forn.
Publicado en Página/12.





miércoles, 23 de noviembre de 2011

La angustia sobre la mesa

Él espera mirando desde adentro, no toma sus herramientas -que están sin vida sobre la mesa vacía-, no sale a la calle a construir su futuro. Tiene su puño cerrado, se siente impotente, lleno de rabia.

Ella lo mira como esperándolo, reclamándole, compadeciéndose. Sus tetas se me antojan que quizá poco puedan ofrecer a ese niño, alegoría que anuncia su futuro.

El ambiente sucio, escaso, gris, angustioso, polvoriento, contrasta con un afuera al que se le intuyen colores, prosperidad.

Quién sabe qué habrá querido decir el artista. Es lo maravilloso de las obras de arte: hablan por sí mismas.

La imagen corresponde a la obra "Sin pan y sin trabajo", del genial pintor argentino Ernesto de la Cárcova.



Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.

Los años de abundancia, la saciedad, la hartura
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.

Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.

Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.

Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.

Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.

No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.

En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.



"El hambre", de Miguel Hernández.





¿A qué viene todo esto? A que en el discurso de clausura de la 17º Conferencia de la Unión Industrial Argentina, la presidenta Cristina Fernández entre las muchas cosas que dijo, declaró su admiración por este maravilloso trabajo de De La Cárcova, una de sus obras más queridas. Y en esto también coincidimos...


lunes, 21 de noviembre de 2011

Elucubraciones en los estertores del 20-N

Quería decir, que el segundo mandato de Rodríguez Zapatero (luego de que estallara la crisis de Lehman Brothers en 2008, que parece retro-alimentarse y complejizarse hasta el infinito y más allá), tomando decisiones propias de un gobierno liberal-conservador, ha dejado a España al borde del precipicio.

Este domingo, con el voto de su pueblo, España está dando un paso hacia adelante.

Y yo quiero convencerme de que no se merece este destino, pero insisto a todo quien me quiera oír que para mí la situación actual de España tiene muchos ribetes pre2001 argentos. Y más de un amigo español me comentó que duda de que Rajoy pueda llegar al final de su mandato, en tanto cuatro años hoy parecen una eternidad. Y la experiencia que tiene Mariano con los helicópteros no es buena (me río por no llorar).


Una duda me agobia: El PP en España con el 44% de los votos obtiene una amplísima mayoría parlamentaria que le permitirá (como ya hizo cuando la obtuvo en el '96) hacer lo que quiera con su usual prepotencia, sin dialogar ni consensuar nada con nadie.
¿Cómo lo analizarán los diarios argentinos, tan preocupados por el peligro institucional que, insisten, acecha a la democracia criolla luego de que Cristina Fernández con el 54% de los votos tenga mayoría (bastante menos holgada que el PP, por cierto) en el congreso?



La imagen que ilustra la entrada corresponde a la obra "Contrabandistas de gauchín saliendo de Gibraltar", de John F. Lewis (1805-1876). Sketches and Drawings of the Alhambra, Londres, 1835.




Esa España inferior que ora y bosteza, vieja y tahur, zaragatera y triste; esa España inferior que ora y embiste cuando se digna usar de la cabeza, aún tendrá luengo parto de varones amantes de sagradas tradiciones y de sagradas formas y maneras; florecerán las barbas apostólicas y otras calvas en otras calaveras brillarán, venerables y católicas.

¿Para cuándo la España de la rabia y de la idea?

sábado, 19 de noviembre de 2011

No te escondas, dale salida.

Mañana, 20 de Noviembre de 2011, se vota en España. Quiero decir con claridad que hay que votar en positivo, aún sabiendo que seguirá gobernando el BCE y que, muy probablemente, al próximo gobierno ya le hayan indicado incluso quién será el futuro ministro de economía.

Sé que muchos amigos y compañeros se debaten entre votar o no, entre votar al menos malo o impugnar el voto. Si hasta se propone votar a "Epi y Blas". Hagan su experiencia, pero sepan que en otro rincón del mundo ya votamos a Clemente (un personaje de cómic sin manos, lo que nos aseguraba que no robaría) y cuando, luego de eso, estalló la ya mítica crisis de diciembre de 2001 Clemente no hizo nada. Los que actuaron fueron los que otros habían votado. Y en España terminará pasando lo mismo.
La única manera de intentar recuperar la soberanía e intentar decidir qué hacer y hacia dónde ir es mediante la política. Porque para poder hace falta poder. Y el poder se construye y se conquista, no se declama. Y la construcción del poder implica decidir qué es primero y qué después, y no rasgarse las vestiduras por las demoras.

La preguntas, en mi humilde opinión, son: ¿seguirá gobernando el BCE (ya se habla del ministro de economía que le "sugirió" Merkel a Rajoy: González Páramo), o la economía la dirigirá el PP? ¿Puede algún partido político español gobernar la economía de España, o sólo puede tomar decisiones administrativas de poca determinación, tal y como hace ZP?
Los que votarán al PP, están convencidos de que gobernará Mariano, y creen, de manera pueril, que ahora nos gobierna el PSOE. Yo tengo bastante claro que la cosa seguirá igual que ahora: actuar bajo las decisiones que toma "Europa". Lo que sí es cierto, es que las políticas sociales y de promoción de los derechos civiles retrocederán, algo que también es grave. Aunque a mí esto no me alcanza para justificar el voto al PSOE.

Seguro que nos podemos equivocar al emitir nuestro voto, como todos. Pero no nos equivocamos, lo sé, al decidir que mal o bien, mejor o peor, hay que votar en positivo. Sin política no hay posibilidad de pararse frente a los que sí tienen el poder. Los que sí tienen el poder lo ejercen, y necesitan que la antipolítica (apartidismo incluido) nos domine, porque sin poder político (poder administrativo), ellos son quienes tiene cómo y con qué ejercer el poder real del que disponen (la ley de la selva). Y por experiencia ya sabemos qué consecuencias tiene para nosotros ese ejercicio del poder.

La decadencia del capitalismo, barrunto que será más larga de lo deseable, y probablemente devenga en un capitalismo de estado antes que en un cambio de sistema. La crisis actual sospecho que está lejos de terminar (Italia será posiblemente la desencadenante antes que Grecia), y seguramente el fin de la zona euro será una etapa de ésta antes que su conclusión.
Pero quién puede estar seguro. Lo único seguro, es que al final los que cargan sobre sus espaldas "los costos" de estos quilombos son siempre los mismos. Somos siempre los mismos: los que vivimos de nuestro trabajo. Y la moneda de cobro de estos costos no es sólo el padecimiento económico.

En mi modestísima opinión, hay que tener muy clara la primera ley del capitalismo mágico: la libertad de los capitales es inversamente proporcional a la libertad de las personas. Europa nos explica, hoy, por qué, y cómo.





miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cuando la indecencia no golpea la puerta

Esta semana "los mercados" han demostrado su poder ejecutando dos golpes de estado en Europa: impusieron un gobierno en Grecia y han condicionado un cambio en Italia.
Como pasara en Argentina en 1989 cuando cayó el gobierno de Raúl Alfonsín luego de un golpe de estado financiero, y consecuentemente cooptaron el gobierno de Carlos Menem primero, y a una parte sustancial del pensamiento político argentino después.

¿Hace falta algo más para que quede claro que la democracia formal y el liberalismo es una mentira? Que en el mundo real del capitalismo mágico -en tanto muchos aún le atribuyen a las "fuerzas del mercado" poderes mágicos, incluso una voluntad más allá de la razón- sólo son libres los capitales. Que la única ley verdadera del capitalismo mágico es aquella que afirma que la libertad de las personas es inversamente proporcional a la libertad de los capitales.

Hace falta algo más para que ya no se discuta que el estado tiene un rol fundamental en el control de un poder descontrolado que impone su ley porque es dueño de la suma del poder real. Que si el estado y la política no nos defienden del verdadero poder estamos frente a la ley de la selva en donde siempre se imponen los que tienen el poder de fuego de su lado.

La realidad se impone, y en tanto no exista la oportunidad real de sepultar al capitalismo, los ciudadanos de a pie, debemos tener bien claro que necesitamos que la política y el estado ejerzan su poder de administrador con todas las consecuencias, y estando de nuestro lado, claro. Llámenlo como quieran, yo lo llamo capitalismo de estado. Ciertamente, esto tampoco es algo mágico, somos los ciudadanos quienes debemos imponer esa realidad.


Y en este contexto, quiero dejar constancia de que me parece indecente que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtiendo una "espiral hacia abajo de incertidumbre, inestabilidad financiera y colapso de la demanda global" haya recomendado que "es el momento de avanzar en el consumo, incluyendo el aumento de los ingresos de los hogares".

¿Entonces reconoce que era mentira que el ajuste y la sanidad de las cuentas públicas sin condiciones sea una verdad revelada e incuestionable, perorata con la que el FMI azotó cuando los que padecían esas políticas -siendo conducidos a la miseria- no eran europeos?





Transcribo el diálogo registrado entre Jack London y quien esto les escribe:

Jack - "Tirarle el hueso al perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro cuando se está tan hambriento como él."
Rafa - Tirarle un hueso a un hambriento sí es caridad, compartir el hueso en cambio es solidaridad. Ahora, compartirlo cuando uno también tiene hambre, eso amigo mío, eso se llama hermandad...


lunes, 7 de noviembre de 2011

Y el mundo se nos mea de risa, nena...

Era habitual en tiempos recientes escuchar argumentaciones remedando a las del otrora prestigioso periodista Jorge Lanata, quien para desacreditar la labor del gobierno argentino decía muy suelto de cuerpo y creyéndose simpático: "el mundo se nos mea de risa". Aún se escucha, es cierto, pero quienes lo dicen ya empiezan a sospechar que son ellos quienes están haciendo el ridículo.

De la cumbre del G20, lo que el periodismo mediano comentó -incluso con superficialidad, o mendacidad- fueron las palabras de Obama a Sarkozy aconsejándole tomar ejemplo de Cristina Fernández y su reelección. La prensa allende las fronteras argentas también la reseñó, algunos con la misma sorpresa, otros con la misma torpeza.

Desde mi punto de vista, en el mismo marco, lo más trascendente fueron las palabras de Sharan Burrow, presidenta de la CSI (Confederación Sindical Internacional, entidad que nuclea a 166 millones de afiliados en todo el mundo), volviendo una vez más a resaltar la política que lleva adelante la República Argentina, especialmente el liderazgo de Cristina Fernández: "Su país tiene la valentía del liderazgo, que se alza para respaldar un modelo que pone a la gente en el centro. La voz de la Presidenta es un verdadero rayo de esperanza que ilumina el camino para los trabajadores de todo el mundo".
O que el secretario general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavía, haya ponderado el papel que desempeñó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la discusión del documento final de la Cumbre, en la que los países desarrollados se comprometieron a llevar adelante un plan de acción para el crecimiento y el empleo.

Pero no sólo eso, porque en diferentes medios de comunicación del mundo, por derecha y por izquierda, especializados en economía y en antiglobalización, han aprovechado la repercusión que tuvo la presencia de la presidenta argentina en dicha cumbre, para resaltar el rumbo económico del país.
Como James Petras, sociólogo estadounidense conocido por sus estudios sobre el imperialismo, la lucha de clases y los conflictos latinoamericanos, quien fuera profesor de la Binghamton University de Nueva York, la Universidad de Pensilvania, y profesor adjunto en Saint Mary's University, de Halifax, contrastando la evolución de la gestión de Nestor Kirchner primero y Cristina Fernandez luego, con la gestión de Obama y su resultante movimiento ocupa Wall Street publicado por La Haine bajo el sugestivo título: ¿Por qué gana la presidenta Fernández y pierde Obama?, en la que afirma: "La experiencia argentina va en contra de todos los preceptos de las agencias financieras internacionales (FMI, Banco Mundial), y de sus defensores políticos y propagandistas de la prensa financiera. Desde el primer año (2003) de la recuperación de Argentina hasta hoy, las "predicciones" de los expertos económicos fueron que su crecimiento no era "sostenible" -pero éste ha seguido siendo fuerte a lo largo de una década. Los analistas financieros sostuvieron que el default le cerraría a Argentina el acceso a los mercados financieros y que su economía colapsaría. Argentina se apoyó en la auto-financiación sostenida por los ingresos de las exportaciones y en la reactivación de la economía interna, y confundió a los economistas prestigiosos."
El medio de comunicación del movimiento ATTAC, grupo francés altermundialista que promueve el control democrático de los mercados financieros y las instituciones encargadas de su control mediante la reflexión política y la movilización social, con gran presencia en Europa y Sudamérica, ha escrito sobre esto en su sitio web: "Cristina Fernández, presidenta de Argentina, ha sido la que más claro ha hablado y ha señalado a los verdaderos culpables de la crisis. Las palabras de Cristina en ocasiones parecían proceder de la cumbre alternativa de los pueblos. Aunque con una doble intención, también ha dicho a los capitalistas, que si quieren salvar su sistema, deben actuar de otra forma y volver a la regulación financiera."
O que el Blog Salmón, un prestigioso medio de comunicación español sobre economía en el que varias firmas analizan la realidad económica mundial hayan destacado bajo el título: CFK y lo mejor del G20: "Esto es un anarcocapitalismo financiero total donde nadie controla a nadie", en el que resaltan que "En una cumbre que estuvo marcada por la crisis de Italia y Grecia y donde los exabruptos no hicieron más que dar cuenta de las diferencias intestinas entre los países miembros, lo mejor estuvo en las palabras de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien señaló que para cambiar la situación actual del mundo “es necesario tocar intereses y volver al capitalismo en serio”, dado que a tres años del choque con el iceberg, aún no se detecta cuáles son las falencias del sistema".
O como afirman en el prestigioso periódico de la izquierda francesa, fundado en 1973 por el filósofo Jean-Paul Sartre y los periodistas Benny Lévy y Serge July, Liberation, titulado "Argentina, resurrección económica": “Diez años después de la crisis, una Argentina transfigurada muestra una arrogante salud. Argentina es un país que cuenta con menos de 8% de desempleo, donde el crecimiento anual se sitúa alrededor del 8% y el servicio de una deuda externa reestructurada no oculta más al desarrollo”, “el boom económico argentino debe mucho al relanzamiento de la economía interior” o “Incluso si diez millones de argentinos aún no viven en las mejores condiciones, el relanzamiento de la economía ha servido para ayudar a los más necesitados”.

Enmarcado por el diario El País de Madrid, en un artículo publicado con el título "La latinoamericanización de Europa", en el que se destaca que: "Cuando algunos críticos afirman despectivamente que Europa se está pareciendo a América Latina tienen en mente la América Latina del pasado, la que estuvo plagada de crisis económicas. Pero hay otra manera de verlo: lo mejor que le puede pasar a Europa es parecerse a la América Latina de hoy. La que ha sabido navegar por la crisis mundial sin descarrilarse, que maneja sus finanzas públicas con prudencia y sabe regular sus bancos."
O el periódico económico español El economista (cuyo presidente y 'alma mater' es Alfonso de Salas, ex presidente de Unidad Editorial y fundador del diario El Mundo, y el director fundador fue Carlos Salas), que publicó el artículo "Lecciones argentinas", en el que analiza y contrapone a la realidad europea un informe explosivo publicado por el Centro de Investigación sobre Política Económica (CEPR) de Washington "The Argentine Success Story and His Implications", del que entre otras cosas destaca que: "Por añadidura, el informe desmiente la muy generalizada percepción de que este comportamiento de la economía argentina se debe a la fuerte exportación de materias primas: han sido el consumo (45 por ciento) y la inversión (26 por ciento) los principales motores del crecimiento del PIB, frente al 12 por ciento impulsado por el sector exterior. El 45 por ciento de las exportaciones argentinas corresponde al sector manufacturero y sólo el 3,4 por ciento a materias primas agrarias."

Lo malo es que se seguirá opinando con liviandad, porque la necedad abunda. Lo bueno, es que no importa cuán gordas sean tus manos, nunca podrás tapar el Sol con ellas.




viernes, 4 de noviembre de 2011

Solos ante la inmensidad de la vida

No es sensato, ni cierto, afirmar que los que se oponen al aborto legal estén deseando que sigan muriendo miles y miles de mujeres en nuestro país como consecuencia de abortos. Pero sí conviene dejar claro que cuando alguien dice "sí a la vida" en medio del debate por el aborto legal, está afirmando algo vacío de verdad, falaz. Aquellos que se oponen al derecho al aborto legal, seguro y gratuito deberían tener bien claro a qué es a lo que en realidad se oponen, porque en Argentina se seguirá abortando con o sin ley. Entonces, si somos capaces, en tanto sociedad democrática y civilizada, de elaborar una ley sabia incluso es posible que se aborte menos, o no, pero con toda seguridad habrá muchas menos muertes de mujeres argentinas.

Personalmente me parecen muy peligrosas las simplificaciones y estigmatizaciones que con tanta frivolidad algunos compañeros de ruta argumentan su posición a la hora del debate sobre este tema, ya que hablamos de algo muy complejo, que trata de decisiones personales, íntimas y dolorosas; nadie desea abortar, y cuando lo decide lo hace luego largas y angustiosas cavilaciones.

Por otro lado, entiendo que entorpece claramente que seamos hipócritas en algo tan delicado como esto, porque la inmensa mayoría de nosotros vivió personalmente o en su entorno más íntimo situaciones de aborto. Cuando desaprensivamente se declara que no hay que despenalizar el aborto, estamos diciendo entonces que nuestras madres, hermanas, esposas, hijas, primas, tías, amigas deberían ir a prisión.
Y naturalmente, sería aconsejable preguntarse con honestidad intelectual y un mínimo de dignidad qué debería suceder con los hombres que pusieron su simiente y luego apoyaron la decisión; o peor aún: dejaron a la mujer sola ante ella; o incluso peor: la obligaron a tomarla.

Hay que tener algo bien claro a la hora de debatirlo: si nada cambia y se hace lo que desean quienes se oponen a esta ley, las mujeres con recursos suficientes seguirán abortando sin ningún riesgo para su salud, y las que no poseen recursos suficientes lo seguirán haciendo como hasta ahora: jugándose la vida.

Debemos tener en cuenta que aproximadamente el 40% de los embarazos en Argentina se interrumpen por medio de abortos ilegales, una cifra que duplica el promedio de América Latina, según las estadísticas de la organización de derechos humanos Human Rights Watch. Tampoco podemos ignorar que el alto número de abortos en Argentina se le atribuye a la falta de un programa de salud sexual y al acceso deficiente a los métodos anticonceptivos. Ni que se calcula que en América Latina se producen alrededor de 4,5 millones de abortos clandestinos al año, de los cuales un 21% acaba con la muerte de la mujer. O que el presidente del Comité de Bioética del Hospital Italiano, Mario Sebastiani, aseguró que en Argentina hay “600 mil abortos y 300 o 400 muertes maternas por año”.
Como dicen que ya decía de manera contundente René Favaloro en 1998: "Con el aborto legal no habrá más ni menos abortos, habrá menos madres muertas. El resto es educar, no legislar".

Personalmente sigo convencido de la necesidad social de afirmar la “Educación Sexual para Decidir, Anticonceptivos para No Abortar, Aborto Legal, Seguro y Gratuito para No Morir”. Esta consigna de las organizaciones sociales integrantes de la “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito” es lo suficientemente clara para enmarcar el debate allí, y no caer en falacias -e hipocresías- inconducentes.

En lo personal, me sigo preguntando por qué a algunas personas les resulta vital imponerle al resto de la sociedad que vivan según sus propias y personales normas éticas y morales, aún cuando ellos mismos no las aplican en su vida cotidiana.





martes, 1 de noviembre de 2011

Cuando en la decisión nos va la vida

Me pregunto por qué a algunas personas les resulta vital imponerle al resto de la sociedad que vivan según sus propias y personales normas éticas y morales.
Nadie desea abortar, como nadie desea divorciarse, pero cuando alguien toma esa íntima, y dolorosa, decisión, todos debemos respetarlo en silencio. Además, en el caso específico del aborto es de una hipocresía supina, porque aquellos que tienen ingresos suficientes abortan con absolutas garantías (incluidas muchas personas que luego declaran espanto ante el aborto), y en cambio otras mujeres, aquellas que cuentan con escasos recursos, se juegan la vida (y no es una forma de hablar) en esa decisión, que es de lo que se trata finalmente.


La consigna de las organizaciones sociales integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito es: "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir". Me parece bastante clara para enmarcar el debate allí, y no caer en falacias -e hipocresías- inconducentes.


Como con gran precisión (de la que me apropio) definió Eddie Abramovich, compañero de ruta en las redes sociales:

La descriminalización del aborto es necesaria para:
1. Prevenir la muerte materna en abortos clandestinos, una verdadera pandemia.
2. Romper el negocio del aborto clandestino “premium” para usuarias de alto poder adquisitivo.
3. Terminar de una vez -aunque debería haber podido resolverse aún antes, con claros protocolos de intervención – con el criminal manoseo que tanto autoridades sanitarias como jueces hacen de los casos de aborto no punible, generando iatrogenia y desesperación en mujeres víctimas de violación, o discapacitadas o con embarazos inviables.

La descrimninalización del aborto debe formar parte de un completo programa de salud reproductiva y educación sexual, que permita:
1. Una maternidad segura y responsable.
2. Una sexualidad no traumática.
3. Una drástica reducción de embarazos no deseados en general, y de embarazos adolescentes en particular.
4. Una difusión y facilitación universales de métodos de contraconcepción, gestionados con participación profesional y orientación permanente.

La descriminalización del aborto debe lograrse, también, rompiendo la trampa argumental según la cual quienes nos oponemos a la penalización estamos “a favor” del aborto. Un aborto siempre es traumático, una elección dolorosa y a pérdida. Los que están en contra de la despenalización son los únicos que están “a favor” del aborto: A favor del negocio clandestino del aborto ilegal.

Finalmente, como en todos los países en que el aborto es legal, la figura penal del aborto debe existir para los casos en que el provocado por una acción violenta contra la embarazada, ya sea en ocasión de otro delito, o con el objeto mismo de interrumpir el embarazo contra la voluntad de la madre.

Salgamos del oscurantismo. Saquemos al Estado y los credos del interior del cuerpo de la mujer y de su soberanía personal.