martes, 8 de mayo de 2012

Celebraciones en la intimidad

Veo mucha gente celebrando que ganó Hollande.

No digo que no haya que celebrar que perdió la derecha francesa, responsable junto con la derecha alemana de la Europa más retrógrada de los últimos tiempos; pero para celebrar el triunfo del partido socialista francés, primero habrá que saber si al menos es nuevamente socialdemócrata, si tiene algo de izquierda en su cuerpo, o sigue siendo, como también lo fue Rodríguez Zapatero (quien traicionó todos los ideales de sus votantes en su segunda legislatura, y nos llenó a todos de tristeza), sólo un liberal-progresista. Nunca entenderé porqué se siguen llamando socialistas y obreros. Porqué tendrán tanto temor a la sinceridad.

Los discursos muy bonitos, esperemos a los hechos. El programa de gobierno con el que ganó está muy bien, no lo niego, y es claramente mejor que la continuidad de Sarkozy. Sólo digo que los quiero ver en acción, llevarlo a los hechos, porque el que se quemó con leche, ve un socialista europeo y llora.

Ojalá me equivoque, y no sea la consolidación de la infamia, y la crisis final de la Europa de los pueblos, la del estado del bienestar.




El más hermoso mito inventado por el hombre, más hermoso que dios, o el hermoso ideal del socialismo, y el dinero que acumulan los ricos.
Más hermoso que el odio, la invención más hermosa.
El amor.

(Ana María Rodas)

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