domingo, 17 de junio de 2012

Completo mi esencia fragmentada

Nunca nombrarla, nunca.
Ni callarla siquiera.
Solamente crecer de sus raíces
con asombrado llanto.
Ser y morir tan solo
para justificarla
como naturaleza
y sumisa costumbre.

Madurará con pausa
y exactitud de necesaria estrella
y solo incertidumbres
me probarán su órbita,
su doloroso amor, su cumplimiento.
Será un desgarramiento
elemental, constante.
Desesperada espera
-lo sé- desesperada.

Y sin embargo, nada
persistirá más cierto
que su sabiduría,
que sus sencillas fiestas.
Como el rosal seguro de la rosa.

Y yo seré la sombra
de su florecimiento,
yo viviré acatando
su voz y su silencio,
en indefensa tierra,
irrenunciablemente.


"Esencia", de María Elena Walsh.


La imagen corresponde a la obra "Inundacion en Puerto Ruiz", del genial artista plástico argentino Juan Carlos Castagnino (1955 - Pastel tiza sobre papel).




Cuarenta años, hermano. Lo prefiero a todos: amables rostros que reflejaron el mío volátil, almas afines que completaron mi esencia fragmentada. Después de tanto errar por tantos cuerpos, doy con el mío. Por fin un hombre interesante. Soy él. No era yo dirigiendo una nave imperfecta de carne, tan firme y rotunda en su ingrata juventud. Tomad y comed porque yo soy mi cuerpo.
(Leopoldo Alas Mínguez)

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