jueves, 17 de enero de 2013

Los cuentos que yo cuento

Vi un ingenioso cartelíto de estos típicos del Feisbuq haciendo referencia a los famosos $6 que informa el Indec como límite para la indigencia. Todo hay que decirlo, al menos no tiene frases demagógicas o infantiles como es lo habitual. Y francamente me pareció muy interesante como disparador para analizar el modo en que se repiten falacias -y se comparten estos cartelitos sobre ellas- sin analizarlas.
Sobre un dato real (hay inflación, y esto no es bueno) se constuye una mentira (el Indec dice que con $6 se come), mentira que estos días vi otra vez publicada en La Nación.
Este cartelito, que cabalga sobre la estupidez que muchos repiten insensatamente de que el Indec dice que con $6 se come en argentina, lo único cierto que dice concretamente es que en 2004 con $6 no eras pobre, en 2010 con $6 ya eras pobre, y ahora con $6 ya sos llanamente indigente, que es precisamente lo que informa el Indec, con base a los parámetros del Banco Mundial.
Este cartelito, del que no me interesan la validez de los datos y que doy sin más por ciertos (aclarando que yo compro alfajores por menos de $6), sólo confirma lo que todos sabemos: en Argentina hay inflación, y que nadie come con $6, porque, tal y como el Indec dice, con $6 diarios sos indigente.


Claro que es inevitable que esto desate el debate subyacente acerca del único problema real que tiene Argentina, que si bien no es dramático, es preocupante en tanto en él anida un riesgo.
Se puede decir que inflación con trabajo es mejor que estabilidad monetaria sin trabajo, que en la mayoría de los medios cuando se trata el tema de la inflación se habla de emisión, gasto público, paritarias pero rara vez se incluyen a los formadores de precios, los monopolios-oligopolios que existen no sólo en nuestro país.
Entonces hay que decir que el problema sigue siendo el capitalismo, del que no saldremos hasta que haya condiciones subjetivas. Y en nuestro país, con una sociedad mucho más conservadora de lo que nos gusta reconocer, ése es un camino larguísimo.
También que uno de los elementas más activos en la "formación" de la inflación lo constituyen las paritarias, dado que éstas enervan la lucha de clases, es decir, la pelea entre patronal y trabajadores para quedarse con el beneficio de la empresa. Y lamentablemente allí los medios de comunicación, propiedad de grandes grupos económicos que entre otras cosas se dedican al negocio de la información, actúan magnificando las expectativas para convalidar la posición de la "parte" patronal.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que según el Boletín Mensual de Precios de la FAO, las grandes economías de la región como Argentina, Brasil, Chile, México y Venezuela, que en conjunto suman alrededor de dos tercios del PIB regional, presentan tasas anuales de inflación de los alimentos de al menos 9 %. “Manejar los aumentos en los precios alimentos es clave para garantizar el acceso a los alimentos de las poblaciones, especialmente de los más vulnerables. La región ha hecho grandes avances hacia la erradicación del hambre, por lo que es fundamental que los gobiernos mantengan su apoyo a los sectores más desfavorecidos durante los periodos de aumentos en los precios alimentarios”, explicó Raúl Benítez, Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Aclarando que un dato que es interesante saber antes es que Chile lidera en la región la brecha entre inflación general y de alimentos. Mientras los precios interanuales acumulados a octubre de este año alcanzan un 2,9%, el ítem de alimentos anota un incremento de 9,1%, índice que el presidente chileno llama "la inflación de los pobres".
Esta brecha es la diferencia entre la "inflación estadística" (la que aquí mide el Indec), y la "inflación de bolsillo" (la que aquí miden las consultoras). La dimensión de la brecha Argentina es más parecida a la de España. Algo de lo que ya hablamos hace un tiempo.

Estados Unidos mantuvo estables los precios a pesar de haber incrementado la base monetaria de manera espectacular. Según datos de la Reserva Federal, la base monetaria de los Estados Unidos se incrementó 214% entre enero de 2008 y octubre de 2012. No obstante, la inflación que acumuló en ese período fue del 9,6%. La Argentina, en el mismo lapso y con una política monetaria mucho más austera, ha experimentado una inflación que supera varias veces a la registrada en Estados Unidos. Ergo, no existe necesariamente un relación directa entre la cantidad de dinero y la inflación.
Y lo más interesante es que muchas consultoras claculan (no miden) la inflación, que luego con pompa se anuncia en el parlamento ante los medios, partiendo de la que debería ser en función de la base monetaria.

Curiosidades de nuestro mundo...
En fin, todas cuestiones que es importante analizar para no equivocar el camino; pero a mí me interesaba analizar la tontería esta de que según el Indec con $6 se come en Argentina.




Yo no sé muchas cosas, es verdad. Digo tan sólo lo que he visto. Y he visto: Que la cuna del hombre la mecen con cuentos, que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos, que el llanto del hombre lo taponan con cuentos, que los huesos del hombre los entierran con cuentos, y que el miedo del hombre... ha inventado todos los cuentos. Yo no sé muchas cosas, es verdad, pero me han dormido con todos los cuentos... y sé todos los cuentos.
(León Felipe)

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