lunes, 19 de agosto de 2013

Palabras generadas por el mejor silencio

Con los resultados en la mano, comprobamos que el FPV hizo la peor elección luego de 2003, equivalente a la de 2009. La dispersión y confusión de la oposición disimula el mal resultado, pero no lo modifica. Podría decir que luego del peor año de gestión eran posibles (sé que muchos me cuestionan esto que afirmo, pero así lo veo), pero francamente no era esperable bajar del 35%. Si bien la verdad se sabrá en Octubre, hay que replantearse algunas cuestiones irritantes, sobre todo las exageraciones innecesarias.
No me inquieta Octubre, con este mapa nada cambiará más allá de las usuales operaciones mediáticas de los medios de comunicación propiedad de esos grandes grupos económicos que entre otras cosas se dedican al negocio de la información, sí el 2015: debe el gobierno aprovechar la situación para fortalecerse. El dato bueno para el gobierno es que muchos en la oposición se pasarán los próximos dos años hablando de fin de ciclo. Pero para que eso le juegue a favor deberá pararse sobre la realidad, y conducirla, no enfrentarse a ella.

Igual no hay que exagerar, si luego de una década de gobierno, si luego de un año complicado, estamos hablando que el FPV mantiene y aumenta su representación parlamentaria, hay que ser prudentes en la crítica y en la preocupación. La oposición está mucho peor electoralmente, y no cargan con la responsabilidad y el desgaste de la gestión.

Francamente me resulta divertido escuchar algunos análisis políticos sobre el resultado electoral de las PASO. Las mismas personas que dicen que el PRO ganó en Capital, habiendo obtenido el 31% de los votos, siendo estos segundos a casi 3 puntos del primero (cierto que frente a un amontonamiento incierto) y con el tercero con casi el 20% de los votos, dicen muy sueltos de cuerpo que el FPV perdió estrepitosamente a nivel nacional, donde obtuvo un ¡31%! de los votos, con el segundo a 14 puntos atrás de él, y luego una enorme dispersión que en la insólita alquimia de sumarse constituirían un tercero en disputa, de momento, para disputar el segundo lugar de las preferencias de los electores argentinos.
Pongámonos de acuerdo, o perdieron todos (todo indica que es el análisis más preciso), o ganaron todos.
Sospecho que de fanáticos y necios está regado el camino al final del ciclo.

La economía siempre pesa en el voto de los argentinos. Aquí hay (Las expectativas económicas volvieron a mejorar en julio) algunos números para analizar, como de quien vienen, pero con sensatez. La economía viene mejorando en los últimos meses, pero la sensación de mejora aún no está instalada. Relato contra relato, nunca se debe perder de vista que la mayoría vota pensando en su propio y personal destino (léase bolsillo).
Tiempo al tiempo, y los objetivos claros.

Leo en "El estadista" que: "...aún cuando el FpV no puede controlar la sucesión digitando al candidato, tiene recursos para controlar la sucesión liquidando candidatos. Los próximos dos años no van a estar caracterizados por negociaciones para imponer candidatos sino por negociaciones para evitar candidatos”.
Lo que comparto porque si el Gobierno valora su tiempo, los próximos dos años empiezan en los próximos dos meses.


Toda mi vida soñé e intenté conseguir el mejor empleo, con el mejor sueldo posible. Pero nunca me quedé sentado en casa esperándolo, nunca me quedé cruzado de brazos no aceptando nada menos que la perfección, viviendo de los demás, sólo quejándome. Siempre salí a enfrentar la realidad, y asumir que había que lograr lo mejor con eso que había; y eso que había, aún imperfecto, debía hacer que sea lo mejor posible.
Así es la vida, y así es todo en la vida, en todos sus niveles. No sólo mi vida, la vida de todos. Así es también la política, naturalmente.
Acepto que te quedes esperando la carroza, es tu decisión no aceptar nada menos que la perfección, aún si ésta no existe, pero no que me cuestiones por intentarlo, y en ese camino hacer que la realidad sea mejor que antes.
En estos días intensos, al que le quepa el sayo que se lo ponga, y si no que siga de largo...




A veces el silencio es la palabra justa, la que enciende las luces, la que mejor se escucha, la que place o se sufre cargada de milenios, la que otorga hermosura, la flor del pensamiento. En ese momento de la clara armonía, de la mejor tristeza, de la entera alegría. Es el gran fundamento que ronda a la grandeza: tu palabra y la mía habitan el silencio. Por eso la palabra debe ser pronunciada como una ceremonia con aire de campanas, una fiesta del alma, farol del pensamiento, porque fue generada por el mejor silencio.
(Hamlet Lima Quintana)

Salir con otros gorriones que ya no te preguntan

¿En qué país no se paga impuesto a las rentas (aquí mal llamado ganancias)?

A menos que seas un ignorante o un mentiroso, sabrás que se paga en todos aquellos en los que desearías vivir, si no vivieras en Argentina.

Entonces la pregunta que deberías responderme es: ¿En cuál de los países en los que no se paga ese impuesto desearías vivir?
¿O fabulás que se vive mejor que en Argentina?

O quizá: en cuál de los países en los que se paga menos que aquí, desearías vivir.

Espero ansioso un sustantivo, es decir, el nombre de ese país.
Si imaginas como respuesta, en cambio, chicanas de bajo costo, mejor anotalas y llevalas a la cancha...





No es fácil cambiar de casa, de costumbres, de amigos, de lunes, de balcón. Pequeños ritos que nos fueron haciendo como somos, nuestra vieja taberna, cerveza para dos. Hay cosas que no arrastra el equipaje: el cielo que levanta una persiana, el olor a tabaco de un deseo, los caminos trillados de nuestro corazón. No es fácil deshacer las maletas un día en otra lluvia, cambiar sin más de luna, de niebla, de periódico, de voces, de ascensor.
Y salir a una calle que nunca has presentido, con otros gorriones que ya no te preguntan, otros gatos que no saben tu nombre, otros besos que no te ven venir. No, no es fácil cambiar ahora de llaves.

Y mucho menos fácil, ya sabes, cambiar de amor.

"Elegía y postal", de Ángeles Mora, de "Elegía y postales" (1994).

Cuando abrir la boca llega hasta todos los límites del alma

Sostengo que este gobierno llevó a la práctica mucho de lo que intentó sin éxito Don Raúl Alfonsín. Mucho de mi apoyo a este gobierno parte de ese intento de coherencia, dado que, pese a que yo no era radical (nunca lo fui), durante el período que quiso ser Raúl Alfonsín defendí su gobierno (aún no votándolo), lo que intentaba construir y cómo.
Hasta que un día se asustó, empezó a ser radical, y me alejé como tantos.

Recuerdo que Don Raúl en aquellos años decía que su libro de cabecera en economía era "Vivir con lo nuestro" de don Aldo Ferrer (algo que yo ciertamente revindicaba), entonces no es casual que yo opine tan parecido a lo que, desde su implacable coherencia y sabiduría, opina Don Aldo.


“Es necesario consolidar un modelo que tiene que resolver problemas estructurales”, entrevista a Don Aldo Ferrer, economista, fundador del Plan Fénix, publicada en Página/12, el 19 de agosto de 2013.

El economista Aldo Ferrer rechaza que el resultado de las elecciones primarias condicione la política económica del Gobierno, pero advierte que hay desafíos estructurales y desequilibrios macroeconómicos a los que hacer frente. “El proceso de reindustrialización basado en la recuperación de la soberanía requiere más inversión privada y cambio tecnológico, la inversión pública y de las pymes son fundamentales pero no alcanzan. Para eso es fundamental el debate al que está convocando el Gobierno a los actores económicos”, afirma el ex embajador argentino en Francia y uno de los principales referentes del pensamiento económico nacional. La inflación, la competitividad, la puja distributiva, la producción de hidrocarburos y la política industrial son algunas de las tensiones que el fundador del Plan Fénix considera que deben ser abordadas para garantizar la “sustentabilidad del modelo”.

–¿El resultado de las elecciones primarias está vinculado a la coyuntura económica y el malestar de algunos sectores con medidas como las restricciones a la compra de divisas?

–Todos los aspectos de la realidad influyen en las opciones del electorado. Siempre hay algunas insuficiencias para resolver. Las PASO son una elección previa a la que le seguirá una renovación legislativa en octubre, y luego otra presidencial. Forma parte del proceso democrático. No hay que exagerar la influencia. Lo que sí está claro es que los modelos económicos se defienden en función de la consistencia de sus principios y de sus resultados, y estamos viendo que hay muchos logros relevantes que le otorgan al Gobierno un apoyo significativo sobre el electorado. El resultado de las elecciones no va a definir el rumbo financiero y económico de Argentina.

–¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la economía argentina en la actualidad?

–Los riesgos que se plantean ahora están asociados a la sustentabilidad del modelo. Es necesario consolidar un modelo nacional que tiene que resolver problemas estructurales fundamentales como el energético o el déficit en el comercio exterior de manufacturas a pesar del fuerte aumento de la producción industrial de la última década. El déficit en el balance comercial de manufacturas industriales revela el insuficiente desarrollo del aparato industrial argentino. Subsisten problemas estructurales y también hay desequilibrios macroeconómicos que hay que atender.

–¿A qué se refiere con desequilibrios macroeconómicos?

–Hay una situación muy tensa en las finanzas públicas por la política de subsidios destinados a contener la inflación. También existen tensiones con los precios internos y con el tipo de cambio. Hay que tratar de evitar que los costos suban más que la paridad nominal del tipo de cambio y sostener espacios de rentabilidad a largo plazo que contribuyan a frenar la fuga de capitales. Hay un problema de sustentabilidad del modelo que permitió una muy importante recuperación de soberanía, pero esto sólo se puede consolidar sobre bases muy firmes de equilibrios fiscales y pagos internacionales. La reacción a los problemas se dio cuando éstos eran muy agudos. Hay tensiones que se pretende corregir con controles legítimos pero es necesario recuperar solvencia fiscal y competitividad. Hay situaciones tensas que no generan un clima propicio para el ahorro y la inversión.

–Ese análisis se asemeja mucho a los planteos ortodoxos.

–Hay una ortodoxia irresponsable y neoliberal que plantea la necesidad de un ajuste del gasto y bajar los salarios. Y hay otra ortodoxia que dice que hay que vivir con lo nuestro y mantener la casa en orden. La sustentabilidad radica en esos dos principios: no hay que depender de crédito externo y se deben mantener equilibrios responsables para evitar los desvíos que abren el espacio para el retorno a las recetas de la ortodoxia. Hay que buscar el pleno empleo, inducir la inversión y apuntar todos los instrumentos al crecimiento. Pero no se construye nada en el desorden ni en un escenario de tensiones.

–¿Sostiene que hay que bajar el gasto público?

–No es un problema de nivel del gasto, no hay que bajar el gasto. El nivel de gasto público es razonable dado el nivel de desarrollo. Pero es necesario ocuparse de la calidad del gasto público y mantener una situación de superávit primario que transmita señales contundentes de que las finanzas públicas están sólidas. Naturalmente hay una demanda de gasto muy grande pero los desequilibrios generan climas poco propicios para la sustentabilidad del modelo. Los subsidios tienen que estar bien focalizados y analizar si se justifican como instrumentos para contener el alza de precios. También queda mucho por hacer en materia tributaria. Es necesaria una reforma integral y una iniciativa como la de gravar la renta financiara es buena.

–¿Cómo se logra impulsar la exportación de bienes industriales en un escenario internacional de crisis donde cayó sensiblemente la demanda para esos productos?

–El problema de Argentina no apareció ahora, es una vieja limitación. Incluso en condiciones de tensión como las que hay ahora existen muchas cosas que se pueden hacer en materia microeconómica y en las economías regionales para promover la transformación productiva. Así como no es todo por viento de cola no todo es por el viento de frente.

–El BCRA reconoce que se perdió parte del colchón cambiario extraordinario que generó la devaluación de 2002. ¿La pérdida de competitividad se debe resolver con un nuevo salto cambiario?

–No. El tipo de cambio se tiene que discutir en conjunto con toda la política económica que define la competitividad. Está claro que hay un desfasaje entre los costos internos y la paridad nominal y esto achicó la rentabilidad. El BCRA ajusta continuamente la paridad nominal. Un tipo de cambio competitivo, administrado, para atender la realidad en un país en desarrollo es fundamental. Pero el tema de la competitividad no incluye sólo el tipo de cambio. Hay que apelar a todos los instrumentos necesarios para fortalecerla.

–¿Se requieren mayores niveles de inversión para lograr una transformación de la estructura productiva?

–Es necesaria una política explícita de incentivos a la inversión privada en sectores estratégicos. Lo que hace al éxito de la política industrialista en Asia es que los beneficios para las empresas están condicionados a metas de exportación, inversión y cambio tecnológico. Si no lo cumplen, pierden los beneficios. Hoy no está la contrapartida de la sanción al no cumplimiento de objetivos compartidos. La política de transformación implica alianza con sectores privados y públicos que requiere incentivos y sanciones. En los últimos años existió un énfasis público en materia de ciencia y tecnología. En Argentina continúa aumentando el déficit comercial en materia de bienes industriales de alto contenido tecnológico. El desarrollo en esos sectores dinámicos continúa rezagado. Para eso hacen falta compromisos recíprocos entre las políticas públicas y el sector privado.

–Sin embargo, los avances en materia de regulación formal e informal desde el Estado son duramente resistidos desde los grupos económicos más poderosos, que son beneficiarios de las políticas de impulso a la demanda y las herramientas de protección comercial.

–Cuando hay incentivos debe haber compromisos. Si el atractivo del régimen para la inversión y las ganancias es suficiente vas a tener una respuesta positiva. El economista polaco Michal Kalecki planteó hace mucho tiempo que los grupos económicos dominantes privilegian la posición dominante por sobre sus ganancias. No les gusta que intervenga el Estado, prefieren operar en sectores con alto desempleo y poca presencia sindical. La clave del éxito es atraer al campo de la inversión y el cambio técnico a un sector privado que puede tener ese comportamiento. Es necesario y posible pulir las políticas de industrialización con incentivos y objetivos claros. Si no lográs la incorporación de la inversión privada a la reindustrialización y el cambio tecnológico, descansás esencialmente en la inversión pública y de las pymes, que son fundamentales pero no alcanzan.

–La presidenta Cristina Fernández de Kirchner convocó a los principales actores económicos y sociales a debatir el proyecto económico.

–El debate entre los actores económicos y sociales y el Gobierno es fundamental. Los cambios necesarios para el desarrollo, para el crecimiento con inclusión social, creación de empleo y cambio tecnológico no se pueden lograr en un marco de hostilidad continua entre el Estado y los sectores privados. El diálogo es fundamental para limar asperezas, pero eso no quiere decir que desaparecen los conflictos ni que la creación de una mesa de diálogo le quite al Poder Ejecutivo la responsabilidad de gobernar. Puede mejorar mucho la calidad del diálogo. Las medidas de protección al mercado interno y estímulo de la demanda son fundamentales pero son necesarios incentivos a la transformación industrial. Porque si no vuelve a suceder que el sector industrial desequilibrado en términos comerciales termina descansando en el superávit de divisas que genera la actividad primaria. Ese es un modelo de industrialización a medias y eso no es consistente.




Hay gente que con solo decir una palabra enciende la ilusión y los rosales, que con sólo sonreír entre los ojos nos invita a viajar por otras zonas, nos hace recorrer toda la magia. Hay gente,que con solo dar la mano rompe la soledad, pone la mesa, sirve el puchero, coloca las guirnaldas. Que con solo empuñar una guitarra hace una sinfonía de entrecasa. Hay gente que con solo abrir la boca llega hasta todos los límites del alma, alimenta una flor, inventa sueños, hace cantar el vino en las tinajas y se queda después, como si nada. Y uno se va de novio con la vida desterrando una muerte solitaria, pues sabe, que a la vuelta de la esquina, hay gente que es así, tan necesaria.
(Hamlet Lima Quintana)