sábado, 15 de febrero de 2014

Sin embargo estoy aquí, resusitando

El nuevo IPC del INDEC arrojó una inflación de 3,7%.

Evidentemente lo destacable de esta noticia no es el número, que es más alto de lo aceptable, y por lo tanto malo, lo bueno de esta noticia es que se solucionó uno de los errores que más daño le han hecho a la actual gestión: el desacierto de pretender ahorrarnos unos cuantos miles de millones de dólares a costa de la credibilidad del Indec. Y deja en evidencia lo impresentable de algunos que presentan un índice alternativo que es un dibujo tan grosero como el que informaba el Indec hasta hace un mes.
Del atraso cambiario ya quedó claro que se tomó nota, se empezó a corregir, y esperemos que no volvamos a tropezar con la misma piedra. De a poco se van alineando los números para que, como dijo el maestro Ferrer, los especuladores no tengan revuelto el río. Ahora trabajar más intensamente en resolver el problema inflacionario tiene mejor pronostico.


Esto sucede al tiempo que me entero de que Europa piensa usar los fondos de pensiones para impulsar las inversiones debido a que la banca privada no puede (o no quiere), y necesitan reactivar la economía.
La fórmula les resultará conocida, pero:
¿Alguien se imagina a "El país", o al "Financial Times", indignados porque la Unión Europea manotea la caja de las pensiones? ¿O denunciar que el Banco Central Europeo hace uso de la plata de los jubilados?

Exclusive: EU executive sees personal savings used to plug long-term financing gap


Lo que me recuerda lo que dijo la escritora y activista india Arundhati Roy:
"Nuestra estrategia no sólo debe ser enfrentarnos al poder, sino para ponerle fin. Ahogarlo, avergonzarlo, burlarnos de él. Con nuestro arte, nuestra música, nuestra literatura, nuestra obstinación, nuestra alegría, nuestra brillantez, nuestra pura implacabilidad - y nuestra capacidad para contar nuestras propias historias. Historias que son diferentes a las que intentando lavarnos el cerebro nos quieren hacer creer.
La próxima revolución será contra las grandes corporaciones. Ellos son los auténticos dueños del mundo, los que crean injusticias, desigualdades y fomentan las guerras. Las corporaciones empresariales colapsarán si nos negamos a comprar lo que están vendiendo - sus ideas, su versión de la historia, sus guerras, sus armas, su noción de inevitabilidad. Recuerda esto: Somos muchos y ellos son pocos. Ellos nos necesitan más que nosotros a ellos.
Otro mundo no sólo es posible, está ya en camino. En los días tranquilos, puedo oír su respiración ".




Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando. Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal, porque me mató tan mal y seguí cantando.

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