sábado, 16 de mayo de 2015

El silencio que cae y te sepulta

Las grandes mentes debaten ideas, los hombres promedio los hechos, los mediocres discuten sobre otras personas.
Además, la gente feliz no anda por la vida hablando mal de los demás.

Ojalá no nos consuma la mediocridad, y seamos más felices...


-- ** -- ** -- ** --

Así como gran parte de la oposición tiene posiciones populistas, los anti-K también tienen su relato: una ficción que -tal como sucede en el mundo híperK- es inmune a los hechos y a los datos, esos insumos de los que está hecha la verdad.

Sin embargo, la novedad de cada semana no es el relato K, sino el anti- K, que encuentra siempre su "noticia deseada" y entrega toda la admiración de esa porción del mundo que ve en Cristina a la encarnación del mal, y que no sólo cree todo lo espantoso que le dicen sobre el gobierno, sino que se sinte reconfortada con esas noticias.

Con el objetivo de explorar el comportamiento físico de la información, el periodista y filósofo Miguel Wiñazki escribió, hace unos años, La noticia deseada. Un maravilloso libro en el que, entre otras cosas, sostiene que el público suele estar más interesado en confirmar sus prejuicios que en informarse. O en abrirse a ideas novedosas, sobre todo si esas ideas contradicen aquellos prejuicios.
La "noticia deseada" ejerce su propia tensión sobre los periodistas, dice Wiñazki, porque es aquello que la gente quiere escuchar y no lo que verdaderamente es.

En una entrevista con la nacion, Wiñazki lo explicaba así: "Hay periodistas que tienen un altísimo nivel de reconocimiento y que no resistirían un control de calidad, porque no dan información, sino que se dedican a reconfortar a su público diciéndole que tiene razón".

... / ...

Lo sorprendente no sería lo ilógico, que ya se volvió habitual. Lo sorprendente, en todo caso, es la enorme cantidad de gente dispuesta a creer en noticias deseadas sólo porque la verdad contradice sus opiniones.
O porque la vida no es como nos gustaría que fuera.

La Nación - La noticia deseada de los antiK


-- ** -- ** -- ** --

Se preguntan en La Nación: qué pasa si el kirchnerismo se sale con la suya.

De a poco se van resignando a un doloroso aprendizaje: para ganar elecciones no alcanza con mentir un infierno que no existe, porque entonces "la gente" primero se asusta, se indigna, pero luego cuando comprueba que si bien hay problemas pero tampoco es el desastre pregonado, la sensación es que todo está mucho mejor de lo que realmente está.

En fin. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio...


-- ** -- ** -- ** --

"...aquí los caminos del hombre se dividen: si quieres alcanzar la paz y la felicidad, ten fe. Si quieres ser un discípulo de la verdad, búscala".

Friedrich Nietzsche.


-- ** -- ** -- ** --

Esto no le pasó a Boca, no lo hizo Boca; nos pasó a todos, lo hicimos todos. Esto es lo que buscamos y econtramos con nuestra impronta cultural.
Debemos terminar con la cultura del aguante, con la cultura de la chicana que convierte todo en un River-Boca, con la cultura de la trampa: así en el fútbol como en la vida.
Porque esto que nos pasa en el fútbol, nos pasa en la vida.

... / ...

En las últimas 24 horas descubrí que hay dos clases de hinchas de Boca.
Los que llenos de vergüenza piden piedad, y disculpas por la parte que les toca.
Y los que lo justifican políticamente. Los más fervorosos antikirchneristas ven la mano oscura del gobierno enfrentado con Macri, orquestado por Berni. Los más fervorosos kirchneristas atribuyen la responsabilidad exclusivamente a la gestión macrista de la institución.

En lo personal, me solidarizo con los primeros, y añado: la vergüenza es de todos los argentinos futboleros, porque esto no le pasó a Boca, nos pasó a todos.
Tenemos que abolir definitivamente la cultura del aguante, así en el fútbol como en la vida. Y tipificar la figura del barra brava.

Y elegir ser felices.
Viva el fútbol, el sexo y el rock & roll...





Y el silencio que cae y te sepulta cuando velo tu sueño y lo interrogo. Y solo, sólo yo sé que la muerte es tu palabra trunca, tus gemidos ajenos y tus involuntarios movimientos oscuros cuando en el sueño luchas con el ángel del sueño.
(Xavier Villarutia)

No hay comentarios:

Publicar un comentario