jueves, 18 de junio de 2015

Quedé sin llaves y a oscuras

Carlos Zannini aceptó ser el vice de Scioli:
"Es la continuidad de un camino"; también explicó que "es una manera de complementar la fórmula", y agregó que "tal como se lo expresé a él, será un orgullo acompañar a quien fue vicepresidente de Néstor Kirchner".

Bien, ésta es la noticia.

Aún no se sabe que pasará con las PASO del FPV, y de momento sólo se escuchan especulaciones. Mi opinión personal es que sería mejor que haya una interna porque le daría más volumen a la elección del FPV, y porque les permitiría a quienes creen que Randazzo es el mejor candidato "limpiar las penas".
Mi voto seguirá siendo para él, para que Scioli no gane por mucho. Si no hay interna, aceptaré que quien conduce tiene más y mejor información.

Desde mi punto de vista, ni Randazzo ni Scioli ofrecen garantías, ambos tienen puntos débiles, algo que todos hemos analizado y debatido con amplitud, y no suma detallarlo, sí dejar claro que no hay un candidato inmaculado y otro inaceptable.
Naturalmente que todas las opiniones son válidas, y como afortunadamente esto es una democracia, cada uno tiene plena libertad para actuar en base a sus convicciones.

Como he dicho varias veces, Scioli claramente es el candidato del FPV que tiene más caudal de votos, dentro y fuera del kirchnerismo. En mi teoría de los cinco quintos, Randazzo probablemente sume algo más de la mitad del quinto más intenso. Pero de ahí en más no tiene mucha profundidad su caudal de votos, y claramente su imagen negativa (el porcentaje de votantes que jamás lo elegiría) es más alto que el de Scioli.

Huelga decir que Zannini no tiene que demostrarle a nadie que es parte esencial de este proyecto, ademas de que es uno de los más analíticos, sensatos y comprometidos.
Scioli no me gusta, en lo personal. Mi candidato era Taiana. Ahora bien, tengo claro que los motivos de quienes lo consideran inaceptable son falaces. Los respeto porque son compañeros, y aún si no lo fueran, porque todas las opiniones son respetables, incluso las equivocadas.

Además, quienes no están de acuerdo deberían aceptar la posibilidad de que la opinión del otro puede ser la acertada. En este caso, también, hay que darse un baño de humildad.
No creo que Cristina Fernández sea infalible, de hecho yo mismo he cuestionado algunas de sus decisiones públicamente, pero acepto su liderazgo.

Luego de varios días de dimes y diretes, de intelectuales hablando más que pensando, de candidatos ninguneándose, de militantes desuniéndose, recordamos que siempre está Cristina Fernández, que gobierna y conduce.
Lo hemos dicho muchas veces, convenzámonos:
El candidato es el proyecto. El candidato es el FPV.


(Esto fue escrito el miércoles 17. Lo que sigue al día siguiente...)


Bien, finalmente Randazzo no aceptó la candidatura a gobernador, lo que pese a la opinión de muchos, era esperable, además de sano. Él había planteado una situación de ruptura dentro del FPV, y ahora le resultaba imposible acompañar al FPV con Scioli-Zannini como fórmula presidencial en el proceso electoral sin tener que explicar una y otra vez porqué ahora acompaña a quien definió como no perteneciente al FPV. Creo que no le quedó alternativa a Cristina Fernández, dado que la interna, si bien habría aportado volumen, podía generar una situación de ruptura, sin retorno, de continuar de ese modo.

Absolutamente todos los dirigentes del FPV acompañan y saludan la fórmula elegida por la conductora. Yo también, básicamente porque creo que es una inteligente y sabia síntesis.
Era deseable que quienes no aceptaban otro candidato que Randazzo tuvieran la posibilidad de un voto que les permita sanar las heridas, pero era muy forzado, y el principal responsable es Randazzo, insisto, por plantear una situación de ruptura, privilegiando su proyecto personal al proyecto del FPV.
Como decía uno que muchos recuerdan con cariño: "por último los hombres".

Randazzo podría insistir con su candidatura, claro que me resulta difícil encontrar quién lo acompañaría si lo decidiera. Antes de que Cristina Fernández tomara la decisión de plantear una fórmula potente electoral y políticamente, Randazzo no tenía apoyos políticos explícitos dentro del FPV, a diferencia de su competidor. Si tenía más compañeros entusiasmados con su candidatura, a diferencia de Scioli, a quien básicamente lo apoyaban los dirigentes. Todos sabían que por mucho que se pretenda negar los números de la realidad, todas las encuestas medían claramente que Scioli era el candidato más potente, y los dirigentes políticos, todos, siempre privilegian el poder.

Ahora queda esperar que todos nos relajemos, entendamos que en la política, como en la vida, hay que elegir, y tomar decisiones. El FPV la tomó. La decisión no sólo es inteligente, además es sabia. A partir de ahora concentremos las fuerzas en ganar las próximas elecciones.
Quienes sigan pensando que no es aceptable votar al FPV, tienen dos meses hasta agosto, y cuatro hasta a octubre para reflexionar. Y si la decisión es que Randazzo es más importante para el FPV que Cristina Fernández, y por lo tanto no se sienten lo suficientemente comprometidos con el FPV como para acompañar aún en desacuerdo, están en su derecho.

En política siempre hay que luchar por las propias convicciones respetando a los compañeros, y cuando toca acompañar, hay que acompañar.
Porque, no tengo dudas: el candidato es el proyecto, no los dirigentes.
El candidato es el FPV, y quien lo conduce, quien lo lidera, se llama Cristina Fernández.






Era uno de esos días en que todo sale bien. Había limpiado la casa y escrito dos o tres poemas que me gustaban. No pedía más.
Entonces salí al pasillo para tirar la basura y detrás de mí, por una correntada, la puerta se cerró. Quedé sin llaves y a oscuras sintiendo las voces de mis vecinos a través de sus puertas.
Es transitorio, me dije; pero así también podría ser la muerte: un pasillo oscuro, una puerta cerrada con la llave adentro la basura en la mano.
(Fabián Casas)

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