sábado, 12 de diciembre de 2015

La voz de la gente se oirá siempre

Estaba arrinconado al costado del Cabildo, y no llegué tarde.
No dejaba de pasar gente. Había gente por todos lados.
Luego de ver las panorámicas, confirmé mi sensación de que había muchísima gente.
De todas las edades. De todos los barrios.
Inmensa mayoría como nosotros: gente suelta.
Un mar de gente celebrando, con alegría, juntando sus sueños, potenciándolos.

Mensaje para navegantes, para los que se ilusionan con que se esfume el kirchnerismo, aquellos que sueñan con que el peronismo vuelva a ser amigable con el establishment, quién quiera oir que oiga, lo que más se cantó ese 9 de diciembre:
♫♪vamos a volver♫♪a volver, ♫a volver♪, vamos a volver♫♪


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Lo que me entusiasmó de la candidatura de Silvina Batakis al Mecom, y de los planteos que estaba haciendo Scioli, muchos de los cuales explicaba Bein, es que me retrotraía a la idea de sintonía fina que realizara CFK al ganar las elecciones de 2011, y que de haberla realizado en los términos planteados nos hubiera ahorrado muchos problemas, nos habría evitado llegar tarde, y probablemente ahora no estaríamos asistiendo al sainete del traspaso.
Esto que estoy diciendo, sí, es una autocrítica. Es mi análisis de porqué el FPV perdió las últimas elecciones.
No fue sólo (ni fundamentalmente) por los ataques mediáticos, ni por los ataques del establishment. Estos fueron efectivos porque desde el gobierno de CFK se dejaron esos flancos débiles. Como dijera Aldo Ferrer: para que no haya pescadores en río revuelto, es primordial que el río no esté revuelto.
CFK entendió claramente que había que corregir desequilibrios, sin embargo no los corrigió. Perdió dos años con Lorenzino y Moreno, exacerbando esos desequilibrios que luego tuvo que remar contra corriente, y con hidalguía Axel Kicillof, corrigiendo todo lo que pudo.

Ahora ya fue. No sirve de nada llorar sobre la leche derramada. Que pase rápido esta semana. Que necesitamos limpiar, ordenar, y no perder más tiempo.


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Marcela es de Lanús, también primeriza en actos:
-Yo soy camarera en un sanatorio. ¿sabés que soy? Una negra de mierda. Y negra de mierda y todo, pude tomar un avión y viajar a Brasil. Y tengo un auto cero kilómetro. Y no lo voy a poner de remis. Tengo 40 años. En el 2001 tenía a mis dos hijos, y salía a cartonear. ¿Entendés? Es la primera vez en mi vida que vengo a un acto. La gente que votó en contra es la que se comió esa palabrita del cambio. Miran Canal 13 y TN, y no ven la realidad. La gente de clase media baja para abajo, como soy yo, lo que se jodió es con lo del impuesto a las ganancias arriba de 15.000 pesos. Eso jugó en contra. Ahora este tipo dice que lo saca, que no lo saca. Con todo hace así, que sí, que no. Nos va a volver locos.
Atardecía, con olor a choripán y un pronóstico. “Vamos muchachos, última choriceada, desde mañana vamos a vender sushi”.
Volviendo por Hipólito Yrigoyen había huestes nutridas de la Policía Metropolitana. En una esquina, un carro de asalto de dimensiones hollywoodenses repleto de individuos pertrechados para una guerra inexistente, se supone. La calle estaba vacía, pero los metropolitanos ordenaban la caminata: “Por la vereda opuesta”, dijo uno cortando el camino. ¿Por qué? El metropolitano, con un grado más de volumen e inflando el chaleco amarillo flúo: “Se lo repito, vaya por la vereda opuesta”.
No son claros los alcances callejeros, ni los políticos, de semejante invitación.

Parte 1, Plaza de Mayo, 9D: el último acto


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No existe la derrota digna: existe la dignidad y la derrota.


Seamos dignos en la derrota.


Entonces no le tendremos miedo al futuro, porque nos pertenecerá...


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Acerca de la comparación de las plazas del 9/12 y del 10/12, debo decir que no me parece relevante, toda vez que lo que cuenta es el voto popular.
Cuando gano, y cuando pierdo, no cambio de opinión según me convenga.
Aún así, debo decir que trabajo a dos cuadras de la plaza, y la "media" plaza (sólo plaza, sin entorno, es decir, un pedazo de la plaza, sin las calles circundantes, ni las calles laterales, ni las diagonales, ni la Avenida de Mayo) se llenó básicamente de quienes trabajan en las inmediaciones; mi oficina prácticamente se vació en ese momento, muchos los que trabajan en el microcentro fueron a esa plaza.
En cambio la "desbordante" plaza del día anterior, si me apuran con no menos de 25 veces más personas, muchísimo más apretujadas no sólo dentro de la plaza, también en las calles circundantes, las diagonales, la Avenida de Mayo, ésa fue de antología.
Ésa: entró en la historia.


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"'Quiero agradecerte Daniel el acompañamiento que siempre tuviste con nosotros', destacó la mandataria en el primer lugar de sus agradecimientos, fue cuando Daniel Scioli se levantó de su silla, y visiblemente emocionado, se toca varias veces la boca y el corazón, en señal de enviarle besos a Cristina Fernández, y motivó un coro de 'Daniel, Daniel' entre los presentes en el acto en la Casa de Gobierno, y los miles y miles que en ese momento ya llenaban la plaza y lo escuchaban por los altavoces."

Pienso en algunos amigos y compañeros, que por no entender nada, no entienden ni esto que acaba de pasar...





Cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa. Son esas mismas cosas que nos marginan, nos matan la memoria, nos queman las ideas, nos quitan las palabras... / ...Nos queman las palabras, nos silencian, y la voz de la gente se oirá siempre.

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