lunes, 1 de febrero de 2016

Ciertas tinieblas predilectas

La necedad no tiene religión, ni partido, ni ideología, ni sabor. Es cierto.
Aún así, describiré una que me resulta particularmente sintomática.

Muchos necesitaban que el gobierno del FPV, que terminó hace casi dos meses, haya sido malísimo, perverso, salvaje, aún contra las evidencias, para mantener la integridad de su decisión de votar al PRO, o no votar al FPV.
No les alcanzaba con lo que estaba mal, o aquello que la gestión del FPV fue incapaz de resolver, por falta de decisión, o por carencias ideológicas, lo que podemos debatir.

No, necesitaban que la pobreza sea de más del 30%, no les alcanzaba que no se haya podido bajar del 15%. Cierto que el desmesurado error en la gestión del Indec les servía de excusa perfecta.
No les alcanzaba con que no se haya pasado a planta a muchos trabajadores del estado, o que no se haya podido bajar del 30% la informalidad laboral, necesitaban negar el aumento del empleo, y la defensa permanente del empleo de la que la gestión del FPV hizo culto.
No les alcanzaba que en el crecimiento que sus políticas provocaron no le haya dado la suficiente entidad a la necesidad de ampliar la oferta para no darle lugar a la inflación. Incluso negaban el crecimiento.
No les alcanzaba con que haya sido el gobierno que más derechos sociales e individuales ha reconocido y establecido, y el que de manera más contundente ha apoyado el esclarecimiento de las violaciones a los derechos humanos.
Había que exagerar al extremo de necesitar creer incluso la pueril infamia de que el gobierno del FPV mandó asesinar al fiscal Nisman, cuando es evidente que no hay ningún dato objetivo ni comportamiento del FPV que lo avale, y que además el anterior gobierno no lo necesitaba.

La lista de ejemplos es larga, no se agotan en estos. No aporta ser exhaustivo a la conclusión.

Aún ahora muchos lo hacen. Es más, la realidad los abofetea de modo tal, que creo que lo necesitan más que antes.

No, no son idiotas, no nos confundamos, son necios. Se esconden tras la necedad, y sospecho que más de uno sabe lo que hace.


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Respecto al tarifazo eléctrico, y al que se viene en breve en el gas, me parece importante decir que no me parece mal que los subsidiados que no lo necesitan, paguen sin subsidio. Es justo, debemos compartir el criterio.
El FPV no lo hizo porque no tenía claro cómo mantener el subsidio para quienes lo necesitan al mismo tiempo. Imagino que el PRO tampoco, pero no le interesa porque está mintiendo cuando dice que va a establecer tarifas sociales.

Lo que me parece francamente negativo, es meter dentro de la misma bolsa a las empresas, porque esto se trasladará a precios, y en algunos casos tendrá un impacto negativo en el empleo de manera directa.

Cuando se analiza este tema, ambas cuestiones me parecen trascendentes. Y no se tiene demasiado en cuenta, ni para aprobar el tarifazo, ni para cuestionarlo.


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Una última cosa diré sobre el pérfido Darío: si él dice que no fueron 30.000 los asesinados de manera cruel durante la última dictadura, entonces significa que sabe cuántos fueron.
Y como es evidente, sólo pueden saber cuántos fueron los propios asesinos, toda vez que no han dejado pruebas que permitan mensurar tal atrocidad.


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Postales de época: el PRO justifica el despido de un periodista diciendo que le revisaron el twitter.

Es decir: sí, son unos fascistas declarados, tan convencidos de su fascismo que se convierten en idiotas.


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Nestor bajó el cuadro del dictador genocida Videla.
Macri bajó los cuadros de los presidentes democráticos Nestor Kirchner y Hugo Chávez.

Ambos gestos los describen...


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"Militares retirados que se reciclan en cargos en Defensa. Tienen antecedentes que los vinculan a la dictadura, por lo que en algún momento quedaron afuera de las listas de ascensos. Sus nombramientos no atravesaron los controles internos que se utilizaron hasta diciembre."

Militares retirados que se reciclan en cargos en Defensa

Con Milani teníamos dudas, expuestas con claridad por el CELS, que lo impugnaban. Exageradas hasta el hartazgo.
Ahora tenemos certezas.





Cuando se apaga la última lámpara no sólo se apaga algo mayor que la luz: también se enciende la sombra. Debería haber sin embargo lámparas que sirvieran exclusivamente para encender la sombra. ¿No hay acaso miradas para no ver, vidas nada más que para morir y amores sólo para el olvido? Hay por lo menos ciertas tinieblas predilectas que merecen su propia lámpara de oscuridad.
(Roberto Juarroz)

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